Equipo de científicos de la UCM con la Tizona.

Equipo de científicos de la UCM con la Tizona.

Equipo de científicos de la UCM con la Tizona.

Más de mil años después de dejar de servir a Rodrigo Díaz de Vivar, considerado su primer dueño, la Tizona, la histórica espada del Cid Campeador, fue protagonista de un largo pleito judicial al que puso fin el Tribunal Supremo.

La sala de lo Civil determinaó que José Ramón Suárez-Otero Velluti, XVI marqués de Falces, era el titular por herencia de la espada y podía disponer íntegramente de ella, como hizo al venderla en 2008 por 1,5 millones de euros. Los compradores, un grupo de empresarios burgaleses, la donaron luego a la Junta de Castilla y León.