En 1970, el presidente Nixon hizo rediseñar el uniforme de los guardias de la Casa Blanca. Nixon había quedado impresionado por los uniformes de la guardia de palacio que otros países tenían, y Nixon quería que los guardias de la Casa Blanca fueran tan elegantes. Así que disfrazó el Servicio Secreto, incluso les dio trenzas en los hombros y un sombrero vistoso en la parte superior.
La nueva apariencia fue ampliamente criticada, entre otras cosas por ser "como una guardia de palacio de soldados de juguete". Nixon se rindió, y los uniformes fueron finalmente vendidos a la Meriden-Cleghorn High School Marching Band en Iowa.
La nueva apariencia fue ampliamente criticada, entre otras cosas por ser "como una guardia de palacio de soldados de juguete". Nixon se rindió, y los uniformes fueron finalmente vendidos a la Meriden-Cleghorn High School Marching Band en Iowa.