Sobre un camino sin asfaltar, justo en el repecho de la cuesta, uno de los mejores automóviles que hay en España se ha calado. Un hombre empuña con fuerza el volante: es joven y mal parecido. Lo que más destaca en su rostro alargado son una nariz generosa y unas orejas enormes. Su cabello engominado y brillante está partido, por una raya, en dos. Sobre su labio superior se adivina una sombra. Es el rey Alfonso XIII.

alfonso XIII coche